En este día, 02 de octubre, se reivindica el día
mundial de la parálisis cerebral infantil, una discapacidad neuromotora que se
produce por falta de oxígeno en el cerebro y que afecta a un número heterogéneo
de niños y niñas, especialmente a los que nacen tempranamente.
La campaña de este año hace alusión a cómo sería la
sociedad si todos tuviéramos esta condición de vida y apunta a que el
“especial” sería la persona que no tiene a la parálisis cerebral como condición
de convivencia.
El video trata de que una persona sin parálisis
cerebral, Juan, va a comprar una guías de viajes, a lo que el señor
encargado de la librería dice que las guías están al fondo a la derecha.
Modulando mejor y un poco más despacio, el señor vuelve a repetir “Al fondo
a la derecha, ¿me has entendido?”
Un Juan medio dubitativo responde con un
“Mmmn, sí” y se queda callado.
En la segunda escena, lo llaman “especialito” y le
preguntan ¿A dónde vas? ¿Con tus amigos los “especialitos”? “Mira qué
estiradito camina el especialito”, seguido de un “No le hables así, es especial”
A lo que Juan se enoja mucho.
En la cuarta escena de la campaña van a almorzar a un
restaurante, cada quien pide un plato, le preguntan “Y el campeón, ¿qué va a
querer?” Él contesta que quiere pollo y una señora le dice “No, el pollo no le
gusta, se puede atragantar”.
Una vez leído este fragmento del video, les propongo
un ejercicio: Piensen cuántas veces han sido tratados, así como el protagonista,
piensen detenidamente, seguro mil veces, ¿no? O capaz que tuvieron suerte y no
les pasó esto ninguna vez. Bueno, así somos tratadas las personas con
discapacidad, más en concreto con parálisis cerebral en nuestro día a día. Nos tratan
de infantiles, de incapaces y de especiales, que sólo por tener dañada una
parte de nuestro cerebro ellos asumen que no podemos hacer absolutamente NADA
por cuenta propia.
La verdad es que están muy equivocados, nosotros somos
igual de válidos que ustedes, que nos cuesten un poco más las cosas no significa
que no podamos hacer nada solos, tampoco
nos llamen “paralíticos”. Tengan en cuenta que somos personas como ustedes,
afectadas por una circunstancia que no nos define. Para finalizar, un extracto
de lo que decía Ortega y Gasset, pienso que tenía mucha razón al decir “Yo soy
yo y mi circunstancia”.
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