Hola a
todos, con el comienzo de clases cada vez más cerca, esta vez vuelvo a escribir para hablarles de un tema controversial que,
lamentablemente aún en pleno siglo XXI, sigue siendo moneda corriente, cuando
ya no debería ni ser nombrado ¿De qué estoy hablando? Pues del bullying.
Y se
preguntarán: “¿Por qué estás escribiendo otra vez sobre bullying si pasa lo
mismo de siempre? La gente ya no respeta nada.
Antes se le ponía apodos (más a los amigos más cercanos) y nadie decía
nada, lo tomaban con naturalidad: al gordo siempre se le dijo así y no se
ofendía, lo mismo para el bizco, para el enano. Etc. Ahora todo es
políticamente correcto, ya no se les puede decir “enanos”, sino “personas de
talla baja” ¿No nos estamos excediendo demasiado con la sociedad políticamente
correcta de estos días?”.
Pues, mi respuesta es que NO, no es que nos estemos
“excediendo” o que ya “no se pueda decir nada”, sino, que ahora, afortunadamente, la
sociedad está aceptando cada vez más todo tipo de diversidades humanas y
estamos cada vez más cerca de la gran
meta “utópica” que como sociedad tuvimos alguna vez: incluirnos entre todos sin
importar estatus social, económico, etnia o religión.
Pero, desgraciadamente no todo es color de rosas.
Recientemente, en Australia, está circulando un video de un niño de aproximadamente nueve años llamado Quadren con la
condición de acondroplasia que le dice a su madre “Dame una soga, me quiero
matar”.
Cuando vi esa escena del video, tuve muchos sentimientos
encontrados. En primer lugar, me retrotraje a una yo de secundaria pensativa y frustrada, porque
su compañera de curso le hizo “bullying” por cómo camina. Incluso, le escribió
una carta.
De hecho, cuando esa yo de secundaria era más pequeña, es decir,
cuando estaba en primaria y estaba
recién transitando su travesía escolar, sus maestras pensaban que la parálisis
cerebral tenía algún componente intelectual (en la mayoría de casos sí), pero
no en el de ella particular.
Me trataban con condescendencia,
cosa que siempre odié. Ahora, la yo adulta piensa: ¿Me estaré comportando de
manera condescendiente con esta persona?, ¿Por qué? Y ahí me di cuenta de que
yo misma me trato de manera condescendiente, porque, al igual que Quadren, no
se levanten de sus asientos todavía, eh, yo también tengo días malos.
Esta “polémica” declaración les habrá sorprendido un poco, ¿verdad? Porque,
capaz no lo dicen al leer éstas líneas que estoy escribiendo ahora mismo para
ustedes, pero al menos pensarán (o tal vez no): Mira, incluso ella, que siempre
escribe acerca sobre su diversidad funcional en primera persona tiene
días malos también. Así es señores, porque soy…humana, por eso, al igual
que todos, ¿verdad?
Para finalizar, muchos andan diciendo que éste video es
falso. A ver: ¿A ustedes les parece falso ver a una persona sufriendo por lo
que le hacen sus compañeros? Hay algo
que deberían hacerse ver ese tipo de personas que piensan así y es nada más y
nada menos que la empatía.
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